Santos reelecto

Mariano Fraschini*
Artepolítica [x]

El candidato- presidente Juan Manuel Santos seguirá morando por cuatro años en la Casa del Nariño. Luego de salir derrotado hace tres semanas en la primera vuelta electoral, logró dar vuelta el resultado, triunfando sobre el candidato del uribismo, Oscar Ivan Zuluaga por un porcentaje superior al 6%. La remontada del presidente reelecto, que la mayoría de las encuestas no preveía, se afincó, sobre todo, en su performance en la última semana de campaña, en la cual cerró acuerdos significativos con los grupos de poder empresarial y cultivó apoyos por parte de los sectores progresistas y de grupos que apuestan a la concreción de los acuerdos de La Habana. A continuación algunas viñetas explicativas de la elección de ayer.

  • En términos absolutos la cantidad de votos de Juan Manuel Santos se incrementó en más de 4 millones y medio de votos (pasando de 3.301.815 a 7.816.986) mientras que Zuluaga logró aumentar su caudal de votos en un poco más de 3 millones. Estos datos explican, en términos cuantitativos, el porqué del triunfo del candidato del Partido de la U. En ese sentido, Santos estuvo cerca de triplicar sus votos y Zuluaga sólo los pudo doblar.
  • En términos de porcentajes de votos, que es como se deben contar los votos en una segunda vuelta electoral (no cuentan votos en blanco, ni votos nulos), Santos obtuvo el 53,1% y Zuluaga el 46,9% de las preferencias electorales. La abstención en esta vuelta fue menor a la primera y se ubicó en el 52,3%. Esto equivale a decir que más de 2 millones y medio de electores que retacearon su presencia el 25 de mayo, esta vuelta dieron el presente y optaron por una de las dos fórmulas.
  • En términos políticos esto significa que entre las preferencias de los otros tres candidatos de la primera ronda electoral (Marta Lucía Ramírez, Clara López y Enrique Peñalosa) y los electores que se sumaron a esta elección, Santos construyó la diferencia con Zuluaga, que en términos cuantitativos (de una a otra elección) fue casi del 10% de los votos. Durante la campaña electoral de la elección de este domingo, la candidata del Partido Conservador Ramirez había adelantado su voto por Zuluaga, mientras que la del Polo Democrático Clara López había hecho lo propio con Santos; Peñalosa jugó a la prescindencia. Si en términos de apoyos electorales partían de un “virtual empate técnico”, el rol jugado por los “nuevos votantes” resulta clave para comprender tamaña diferencia entre Santos y Zuluaga. Es cierto que el Partido Conservador dividió su tropa y que no todos en el Polo jugaron a favor de la candidatura del presidente, por lo que resulta una quimera intentar linealizar la fidelidad del votante con el deseo de su candidata. Sin embargo, una lectura que no incorpore el incremento de votantes en esta segunda vuelta y su relación con la victoria santista,  estaría mirando para un costado.
  • El triunfo de Santos se asentó, no tanto en la recuperación de distritos, ya que la geografía electoral varió muy poco, sino en al aumento de votos en cada uno de ellos. Uno observa los mapas y toma nota que el color partidario se mantuvo incólume . El caso de Bogotá es claro en este sentido, ya que Santos triplicó sus votos y Zulueaga duplicó; y así en la mayoría de los distritos, lo que abona en parte la teoría explicativa del rol jugado por los nuevos votantes en el triunfo del candidato del Partido de la U.
  • ¿Qué cambió desde el resultado de la primera elección a esta segunda?¿Hicieron algo distinto los candidatos?¿Cambió en algo su plataforma original? En términos generales podríamos contestar estas preguntas con un No. Sin embargo debemos señalar que una segunda vuelta electoral siempre (o casi) invita a la moderación discursiva. Cuánto más el candidato se acerca al medio, más votos tiende a juntar. En ese marco, Santos partía desde el vamos con una ventaja. Su propuesta de paz frente a la guerrilla dejó a su contendiente del lado de la guerra. Hacer pié en ese clivaje le permitió a Santos obtener apoyos desde casi todo el arco político de una izquierda temerosa del retorno del uribismo y de los sectores progresistas que apuestan por la paz en el país, que en un escenario diferente habría tomado el camino de la abstención. Sabedor de lo importante de este apoyo en el triunfo, el presidente agradeció explícitamente “a los sectores progresistas y de izquierda”.
  • A pesar de la derrota, el uribismo en general, puede mostrar datos más que auspiciantes. El Centro Democrático, el partido fundado por Álvaro Uribe luego de que el presidente se quedó con el sello partidario del PU, realizó una buena elección parlamentaria en marzo y una gran votación este domingo. Casi 7 millones de votos apoyaron la opción uribista, una fuerza que tiene como capital político la figura del expresidente. Con una bancada de alrededor del 20% de los escaños en el Senado y otro tanto en diputados (allá le dicen Cámara de Representantes), auguran una importante influencia de este espacio político en los próximos años en Colombia.
  • Los sectores de la izquierda, que como advertimos, jugaron fuerte por la candidatura de Santos y resultaron decisivos en la victoria de ayer, anunciaron su retorno a la oposición al presidente. Mucho deberán trajinar durante estos años el espacio político que supo ser, allá en el 2006, una opción de cambio en el país. La buena performance de la candidata del Polo Democrático, Clara López en la primera vuelta (casi 2 millones de votos) predice que no todo está perdido para el progresismo colombiano
Comienza una nueva etapa para el gobierno de Santos. Los acuerdos de La Habana con las Farc, la nueva instancia que se abre con el ELN, sumado a una economía que crece y poco distribuye, serán de cara al futuro los grandes desafíos del presidente reelecto.

*Mariano Fraschini: Doctor en Ciencia Política y docente (UBA- UNSAM)