La rebelión en Ucrania

Entrevista con Boris Kagarlitsky

A pesar del alto al fuego, la crisis en Ucrania está lejos de resolverse. Feyzi Ismail habla con el disidente marxista ruso Boris Kagarlitsky sobre los antecedentes de la situación actual.
¿Cuáles son los orígenes de la crisis en Ucrania y por qué ha estallado el conflicto en los últimos meses?


Los orígenes de la crisis en Ucrania son tres. El primero es que Ucrania fue diseñada por los
planificadores de Moscú como un elemento más en una economía planificada compleja. Los
territorios que forman Ucrania no fueron unidos por razones históricas, culturales o étnicas, sino para organizar la planificación compleja con la que se quería vincular las áreas industriales en el este con los puertos del sur, como Odessa y Crimea, junto al oeste agrario. Esa fue la lógica.

Una vez que esta lógica fue destruida con el fin de la Unión Soviética, este territorio, como unidad integrada, empezó a desmoronarse y perdió su razón de ser.

El fin de la Unión Soviética permitió también que floreciesen las divisiones culturales, que es la segunda fuente de la crisis. Las diferencias sobre lenguaje, por ejemplo, se convirtieron en mucho más importantes que antes. Las políticas nacionalistas para imponer una sola lengua ucraniana eran pese a todo, absurdas, ya que hay muchos más ucranianos de habla rusa en Ucrania, alrededor de un tercio son de origen ruso y otro tercio se identifican a sí mismos como ucranianos de habla rusa.

Hay muchas personas que hablan ambos idiomas por igual, pero el ruso está mucho más extendido que el ucraniano, e incluso esto fue en aumento en el período posterior a la independencia. Esto se debe a que el mercado mundial favorece a la lengua dominante, al lenguaje de los negocios, el comercio y la producción.

El sistema de mercado aumentó las contradicciones existentes dentro de la sociedad y creó las condiciones para más conflictos culturales. Los medios de comunicación liberales, sin embargo, presentan estos conflictos como puramente culturales, mientras que, de hecho, las razones subyacentes están relacionados con la economía y las instituciones.

El tercer aspecto de la crisis se relaciona con la economía de Ucrania. En el período post-soviético, Ucrania pasó a ser dominada por una oligarquía de manera parecida a Rusia, pero con menos recursos. La cantidad de recursos con que cuenta Rusia permitió a Putin crear un sistema de compromiso permanente y auto-reproducción. El gobierno de Putin se basa en la creación de consenso permanente, primero entre las élites y, una vez que hay un consenso de élite, a continuación, se hace un intento de garantizar que este consenso sea aceptable para el resto de la población a través de medidas de bienestar, y así sucesivamente.

La idea es centrarse en el consumo - como compensación por la falta de actividad política - y que todo el mundo quede más o menos contento. Pero la oligarquía de Ucrania nunca ha tenido suficientes recursos financieros y materiales como para facilitar tal compromiso.

A diferencia del petróleo ruso, el acero ucraniano es mucho más vulnerable en el mercado mundial.

Esto ha llevado a un conflicto permanente entre los diferentes clanes oligárquicos por el control de los recursos públicos existentes, que era la base de la llamada democracia ucraniana.

En ese sentido Ucrania es una república oligárquica típica, en que se niega el acceso a la política a la gente común, pero al mismo tiempo se genera un pluralismo real para la oligarquía. Este sistema tenía sus crisis, pero después de cada crisis se las arreglaron para establecer uno u otro compromiso, y estos no eran terminales para la estabilidad política. Es decir, hasta la crisis económica mundial en 2008.

Esta crisis no sólo socavó la capacidad de la élite ucraniana para lograr un compromiso interno, también trajo nuevos actores como la UE, EEUU y la OTAN. Dado el nivel de crisis en Occidente, el factor clave para estabilizar el sistema se convirtió en su expansión. Y la UE tiene muchos problemas, especialmente en el sur de Europa. La capacidad de estas sociedades para reproducirse a sí mismas se ve socavada por las políticas neoliberales.

Es difícil decir cómo mantener estas sociedades funcionando si no es alejándose del neoliberalismo.

Pero esto es precisamente lo que las elites neoliberales no van a permitir. La única posibilidad de escapar y resolver estas contradicciones es ampliar el sistema, desplazar más recursos al sistema.
¿Qué intereses tienen en Ucrania la UE y EEUU?
En las recesiones mundiales anteriores, EEUU fue la locomotora que remolcó a otros países fuera de la crisis. Pero ahora la economía estadounidense es tan débil que, en lugar de tirar de otros países, la recuperación estadounidense se basa en hundir otras economías más profundamente en la crisis. El otro lado de la ecuación de EEUU es la expansión de la capacidad militar, y en particular, la expansión de la OTAN.

Las potencias occidentales comenzaron a estar cada vez más interesadas en Ucrania como un lugar para acceder a recursos económicos, incluyendo una fuerza de trabajo barata, disciplinada y relativamente bien educada, que podría ser empleada en Occidente, y en particular la Unión Europea, para socavar los estados de bienestar en Occidente. Unos 10.000 ucranianos desempleados, que se pueden importar a Occidente como trabajadores flexibles y baratos, son útiles para el capital occidental.

Ucrania podría desempeñar el mismo papel para la UE que Asia Central juega para la economía rusa, que proporciona una gran cantidad de trabajadores sin garantías, sin derechos laborales, sin ciudadanía, sin protección y que son completamente dependientes de los empleadores. Los ucranianos se encuentran en una posición en la que se pueden convertir en este ejército permanente de mano de obra migrante.

Si leemos el Acuerdo de Asociación de la UE con Ucrania, el quid de la cuestión es el cierre de la mayor parte de la industria ucraniana. El acuerdo dice que la UE proporcionará apoyo para resolver los problemas financieros del Estado, pero para eso la mayoría de las industrias tienen que cerrar.

En comparación con los tratados de libre comercio anteriores, este es sin duda el peor acuerdo preparado por la UE. Y por supuesto el otro aspecto es que Ucrania tiene que integrarse en las estructuras políticas y militares occidentales, convertirse en un miembro de facto de la OTAN.

Al gobierno ucraniano le encantaría convertirse en un miembro oficial de la OTAN, pero eso
requeriría cambiar la Constitución de Ucrania. Mientras tanto la OTAN es reacia a hacer de Ucrania un miembro formal, pero sí está muy interesada en conseguir que Ucrania se involucre en todas las guerras y alianzas estratégicas posibles.

Por ejemplo, para ocupar Crimea. Incluso bajo Yanukovich, ya había discusiones sobre cambiar a los rusos por los estadounidenses en Sebastopol. La OTAN ya había anunciado un proyecto para la construcción allí de una base, en sustitución de la flota rusa del Mar Negro. Pero a último momento algunos sectores de la élite ucraniana se opusieron porque entendieron que iban a perder su industria. Fue un cambio de sentido en el último minuto (setiembre 2013) cuando Yanukovich decidió no firmar el Acuerdo de Asociación.
¿Qué es exactamente lo que desató las protestas en la plaza Maidan el pasado noviembre 2013?
En el oeste de Ucrania, la gente estaba masivamente desempleada y marginada, mientras que en el este, la industria continuaba trabajando, y fue precisamente sobre los recursos del este que sobrevino la lucha. El oeste en realidad no produce mucho y sólo es capaz de consumir recursos, pero en un nivel muy bajo, ya que prefiere no invertir en el bienestar.

Kiev, el centro, estaba explotando al este. Desarrolló una economía parasitaria, tratando de
transformarse en una capital europea, mientras desplaza para el oeste del país a la mano de obra barata, tratando de mantenerla más o menos bajo control. Uno puede entender, por tanto, por qué Kiev está en conflicto con el resto de Ucrania. En gran medida esta economía parasitaria de Kiev es la que está generando el apoyo al nuevo gobierno, y Kiev necesita mantener el país unido con el fin de seguir explotando al este.

Los oligarcas dueños de empresas en el este de Ucrania viven en sus palacios de lujo en Kiev, con ejércitos de funcionarios, incluidos los funcionarios ideológicos. Mientras, el este tiene una población de clase trabajadora con salarios muy bajos, muy frustrados y enojados, y son de habla rusa, lo que significa que se sienten humillados en términos económicos, sociales y culturales.

Es la parte más productiva del país, alrededor del 80 por ciento del PIB, pero reciben menos que cualquier otra región.

Esta situación podía continuar mientras Yanukovich y su equipo, que eran también del este,
mantenía el control de la población a través de redes paternalistas y clientelistas. La situación general se estaba deteriorando, pero al menos algo se le daba a los jefes sindicales, e incluso a veces a los trabajadores, aunque fuese sólo promesas. La gente en el este tenía todavía la esperanza, cuando Yanukovich estaba en el poder, de no ser defraudados por completo. Pero con las élites neoliberales de extrema derecha de Kiev, las cosas se salieron de control.

Las protestas fueron provocadas por el error repentino de Yanukovich de firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, pero venían de mucho más lejos. Las multitudes se reunieron en la Plaza Maidan en noviembre de 2013.

El punto importante para entender el golpe de Estado que tuvo lugar en febrero pasado es que la economía de Ucrania occidental fue arruinada por las políticas de libre mercado. La base industrial, que fue construida allí con el fin de adaptarse a este sistema de planificación pan-ucraniano, fue aniquilada después de 1990 y la mayoría de la gente se quedó sin trabajo. Hubo toda una generación de jóvenes que nunca habían trabajado ni iban a conseguir puestos de trabajo, en el mejor de los  casos obtendrían empleos precarios. Se convirtieron en blancos fáciles para la extrema derecha, que comenzó a darles algún tipo significado a sus vidas al organizarlos y pagarles por ser parte de las bandas nazis.

Cerca de 10 mil a 15 mil jóvenes desempleados del oeste fueron llevados y pagados para vivir en Kiev durante meses con el fin de protestar en la plaza Maidan. Lo que hay que entender es que para estas personas era el único trabajo que jamás habían tenido en sus vidas. Muchos de ellos no querían irse, y algunos incluso viven allí ahora porque no tienen dónde ir. Al final tomaron las armas. Inicialmente, la violencia no era parte del plan de los neoliberales. Hay un montón de razones para pensar que esto ocurrió de forma espontánea.

Las potencias occidentales hicieron todo lo posible para apoyar este golpe de Estado, gastaron miles de millones de dólares. En el momento en que Yanukovich, que se oponía a entregar totalmente el país, entendió que Occidente realmente lo quería sacar, huyó. Ante este vacío de poder, el grupo rival se hizo cargo. Y entonces su clientela política se disgregó, y esto fue un gran logro para la clase trabajadora de Ucrania. Una vez que este sistema se derrumbó, millones de personas quedaron fuera de control; no sólo los miles de mercenarios, sino millones de trabajadores.

Y eso es algo muy diferente. Hubo manifestaciones en todo el este de Ucrania.

Al principio fue un levantamiento pacífico en todas partes, con manifestaciones, concentraciones, formación de consejos, y con diputados locales que votaban por quitar la confianza al gobierno de Kiev.

El problema es que en ese momento, el nuevo gobierno de Poroshenko (formado por los que dieron el golpe de Estado) también calculó mal, porque subestimaron la capacidad del este de levantarse.

Lo primero que hicieron fue votar la eliminación de las garantías legales de derechos lingüísticos de las personas que no hablan ucraniano.

La ironía es que nadie en el gobierno de Ucrania habla ucraniano, excepto tal vez el líder del partido fascista. Muchos nacionalistas ucranianos apenas pueden llegar a decir algunas palabras en ucraniano. Las personas se reían de los folletos del Sector de Derecha, una coalición de grupos de extrema derecha, ya que pedían que el ucraniano fuese el único idioma en el país, pero estaban escritos con tantos errores y con tan mala gramática, que fueron personas de habla rusa las que iban corrigiendo este texto.
¿Cuál fue la naturaleza de la insurrección en el este de Ucrania? ¿Y quiénes son los “opolchenie”? [milicianos voluntarios]
En primer lugar, hubo un levantamiento sin armas, que fue reprimido militarmente, en abril. Se había realizado un campamento en Odessa organizado por los que piden una Ucrania federal, pero gel campamento fue atacado por la extrema derecha. Los activistas se vieron obligados a huir al edificio sindical próximo al campamento, pero luego el edificio fue incendiado. La gente trató de escapar, pero los que salieron fueron asesinados en la calle. La estimación oficial de muertos fue de 46, pero la estimación no oficial es de unos cien o más. Los que escaparon fueron encarcelados, mientras que los que hicieron la matanza fueron elogiados como héroes.

Después de eso Donetsk y Lugansk crearon una fuerza de autodefensa, para hacerse cargo de los edificios y depósitos de armas. El lugar está lleno de armas desde la época soviética, porque es uno de los centros de producción y de fabricación militar.

Los combatientes son personas de la clase trabajadora, campesinos, mineros, y ahora cada vez más intelectuales se están uniendo a ellos, en su mayoría procedentes de otras partes de Ucrania y de Rusia. Inicialmente estaban luchando por una mayor autonomía, pero las dos repúblicas populares, Donetsk y Lugansk, declararon la independencia en el pasado abril.

Al principio estaban dispuestos a negociar y aceptar algún tipo de acuerdo federal con Ucrania, pero luego las tropas ucranianas bombardearon y causaron estragos en estos territorios. La última vez que nos reunimos con diputados de Donetsk y Lugansk nos dijeron que después de lo que Ucrania les ha hecho es muy claro que ellos no los ven como sus con-ciudadanos. Ellos no ven estos territorios como ucranianos. Y no quieren permanecer en este país, a menos que se disuelva este gobierno.

Así que hubo dos puntos de inflexión. El primero fue el 2 de mayo, cuando la gente se vio obligados a tomar las armas. En el sentido fue un éxito para el nuevo gobierno en Kiev, ya que localizó la rebelión; era inicialmente una rebelión pacífica y sin armas en todo el este de Ucrania, y terminó siendo una rebelión localizada en dos regiones.

El segundo punto de inflexión fue la elección que ganó (en realidad fue comprada) uno de los oligarcas, Poroshenko, el llamado "rey de chocolate", porque es dueño de una gran industria de confitería. Poroshenko también nombró gobernadores a otros oligarcas en varias provincias. Así que cada oligarca consiguió la provincia en la que tiene la mayor cantidad de inversiones.

Este es un caso extremo de dominación oligárquica, como en un país feudal. Poroshenko consiguió la mayoría en las elecciones porque a los que se opusieron al golpe de Estado no se les permitió participar. También puso tres veces más dinero que todos los demás juntos, y parece que también compró los comités electorales. Y, por último, parecía el más moderado entre los candidatos que se presentaban.

Poroshenko ha estado en el poder desde junio, después de un ataque militar a gran escala en el este, comparable a una operación de la Segunda Guerra Mundial, con cientos de tanques, aviación, bombardeos aéreos, bombardeos masivos de artillería y similares. No es como la guerra de guerrillas, es guerra a gran escala.

Pero la opolchenie - milicia es la traducción correcta - que se ha creado es de hecho una fuerza de combate formidable. Por supuesto hay muchos voluntarios rusos, y algunos de ellos tienen una gran experiencia militar.

El gobierno ruso permite que municiones y alimentos pasen a través de la frontera, sin duda, y también permite el paso de voluntarios. Algunas organizaciones militares rusas cooperan con la opolchenie, claramente, y hay tropas rusas que se movilizaron en Donetsk y Lugansk y están estacionados a lo largo de la frontera para controlar ambos lados de la misma, pero que no están tomando parte en el combate activo. Por otro lado es totalmente falso que el gobierno ruso comande estas operaciones de la opolchenie.

Hay un conflicto permanente entre la élite rusa, sobre todo después de la primera ola de sanciones contra Ucrania. Una parte de esa élite comenzó a entrar en pánico, y son también los que odian a estas repúblicas populares, ya que son un ejemplo amenazante para el Estado ruso, poniendo sobre la mesa los debates sobre la nacionalización, el derrocamiento de la oligarquía y otros por el estilo.

La industria rusa también está proporcionando repuestos de equipos militares a la Ucrania de Poroshenko, que tuvo que reconocer que sin el flujo constante de piezas y técnicos de Rusia no hubiera sido posible para el ejército ucraniano continuar la lucha.
¿Cuál es la naturaleza de las repúblicas de Donetsk y Lugansk y cómo está Rusia relacionada con las repúblicas populares?
Poco después que Donetsk y Lugansk fuesen declaradas repúblicas, se desarrolló una gran lucha sobre su futuro. Porque, por un lado, las repúblicas surgieron gracias al apoyo del pueblo trabajador, y por otro, no pueden sobrevivir sin algo de cooperación con Moscú y apoyo del gobierno ruso. Y las élites rusas utilizan todas las oportunidades para influir, manipular y subvertir estas fuerzas.

Dentro de las repúblicas también hay tendencias contradictorias. La demanda general es por el bienestar, el establecimiento de una república popular social; no es que sea socialista, sino una república social, lo que significa un estado de bienestar incorporado a las estructuras institucionales  del sistema. Hay muchas demandas de nacionalización y, por ejemplo, las reformas de salud hacia la mercantilización se frenaron.

Estas son las demandas de los combatientes sobre el terreno. Al mismo tiempo, las repúblicas son inestables e ineficientes, y su legitimidad también es cuestionada. Así que hay un conflicto político permanente dentro de estas repúblicas.

Si bien hay demandas progresistas desde la base, hay también elementos burgueses dentro de los liderazgos republicanos, y también la presión constante de Moscú de no moverse en las direcciones más progresistas, utilizando su capacidad de controlar la frontera y ofrecer o dejar de suministrar alimentos y municiones para chantajear a las repúblicas. Por ejemplo, se esforzó en bloquear los programas de nacionalización que fueron declaradas en ambas repúblicas, por desgracia con cierto éxito. Si quisieran avanzar más, Moscú cortaría los suministros. Así que hay una lucha constante.

Pero también hay una lucha constante dentro de Rusia, porque hay un movimiento creciente para defender estas repúblicas, y también hay un creciente movimiento en Rusia por estas mismas exigencias. Así que es una lucha que ha de continuar a ambos lados de la frontera.

Y luego el problema para aquellos que están tratando de controlar Donetsk y Lugansk desde Moscú, es que la opolchenie está cada vez más radicalizada, y crece con voluntarios que son muy radicales y de izquierda, la mayoría de ellos. Por supuesto que hay nacionalistas, pero incluso aquellos que son nacionalistas, básicamente apoyan las demandas de bienestar.

Así que en el sentido político, Moscú está peleando cuesta arriba. Pero todavía tiene herramientas importantes. Si cierra la frontera las repúblicas serían derrotadas. Es por eso que hasta el momento hay un estancamiento político. No se han aplicado incluso aquellas medidas progresivas que habían sido declaradas. Parcialmente también por el estado de guerra: hay que concentrarse en lo militar.

Pero el hecho de que el opolchenie se esté radicalizando es muy importante.

Una de las figuras más populares de opolchenie fue Igor Strelkov, que no era un hombre de
izquierda. De hecho dice ser un monárquico, ama el imperio ruso y habla románticamentge sobre zares rusos y todo eso. Pero como comandante de la opolchenie en Donetsk fue juntando a su alrededor toda clase de militantes radicales de izquierda. También se las arregló para echar de la opolchenie a muchos nacionalistas y gente de derecha, aunque por razones técnicas: dijo que estas personas eran malos combatientes, que no seguían las órdenes, que no respetaban los principios de la República Popular, y razones similares.

En algún momento comenzó a ser visible que Strelkov se estaba volviendo mucho más popular en Rusia que el propio Putin. La popularidad de Strelkov iba en aumento mientras que la popularidad de Putin estaba disminuyendo, por no tomar una postura firme contra Occidente.

El conflicto salió a la luz a principios de julio, cuando Strelkov se retiró de Sloviansk, luego de que las milicias fueron rodeados por las tropas de Ucrania, momento en que se esperaba que fuera asesinado. Dejó Sloviansk, organizó la defensa de Donetsk, y reprimió una conspiración que buscaba rendirse a las tropas ucranianas, una conspiración que fue organizada por figuras proKremlin.

Allí quedó muy claro que iban a capitular en Donetsk, probablemente de acuerdo con Poroshenko, como garantía de que Crimea quedase a salvo en manos de Rusia. Esta conspiración fue derrotada y toda esta gente pro-Kremlin fue echada de Donetsk. No arrestaron a nadie, simplemente les pidieron cortésmente que abandonasen la ciudad y, como resultado, Strelkov se convirtió en el enemigo del Kremlin. Finalmente lograron deshacerse de él cortando sus suministros, y cuando se le agotaron las municiones y alimentos, se vio obligado a ir a Moscú. Parece que en ese momento lo arrestaron, y luego apareció su carta de renuncia. Si firmó el documento por propia voluntad o se vio obligado a
firmarlo, no se sabe, pero luego desapareció y no conocemos su paradero.

De esto hace algo más de un mes [al momento de la entrevista]. Aparecieron muchas leyendas, incluyendo un video falso mostrándolo en Ferguson, Missouri [lugar de las protestas en agosto por el asesinato de Michael Brown, la renuncia de Strelkov también fue en agosto]. Eso nos da una comprensión de como transcurre la intensa lucha en torno a estas repúblicas, y que la lucha apenas comienza.
¿Cómo debemos analizar el futuro de las repúblicas en relación con el resto de Ucrania? ¿Es la lucha por más autonomía?
Hay necesidad real de formar liderazgos políticos representativos. El pueblo lucha más por Nueva Rusia que por estas dos repúblicas. Y Nueva Rusia es también Kharkiv, Odessa y el conjunto de la sureste. Cuando Putin llama a un alto el fuego, la pregunta es si la opolchenie [milicia de voluntarios] dejará de luchar. Sobre todo porque están ganando. Se las arreglaron para ganar contra un ejército que tenía, probablemente, 60 veces más tanques y todo lo demás, en parte porque utilizan tácticas de guerrilla.

Y también porque la moral de las tropas ucranianas es muy baja, desertan, no quieren ir a luchar. A veces abandonan las armas y se unen a los opolchenie, mientras que otros simplemente huyen. 

Miles han desertado. Cientos se han pasado a la opolchenie, y ahora están formando batallones de desertores de Ucrania. Quieren formar un regimiento, o sea que ya hay suficientes como para eso, y probablemente habrá más.

Por otro lado, la forma en que se comportan los generales ucranianos es terrible, envian a la gente hacia adelante como carne de cañón. Las pérdidas son increíbles, similares a las de la Segunda Guerra Mundial. La opolchenie se compone en su mayoría de los voluntarios y de personas que han tenido entrenamiento militar, muchos de los cuales combatieron en Chechenia o Afganistán. Son gente más o menos apta en el combate. Mientras que en el lado ucraniano están enviando conscriptos que ni siquiera reciben una formación adecuada. Así que las pérdidas son muy altas, y se socava la moral de las tropas ucranianas, dando pie a un gran descontento.

Ahora los generales ucranianos detrás de las líneas del frente tienen que usar chalecos antibalas para protegerse de los disparos de sus propios soldados. Creo que es por eso que el movimiento se  extenderá al resto de Ucrania.

La lucha ya no se trata de la autonomía porque, por supuesto, ahora lo que están pidiendo es la independencia. Sería muy bueno lograr que Nueva Rusia sea un nuevo país de Europa, Lo que tienen en común con el resto de Ucrania es que quieren deshacerse del gobierno de Kiev.

Una vez que el gobierno de Poroshenko sea derrotado, van a negociar. Y tendrán que decidir si  quieren una federación o un país independiente, o tal vez Ucrania se desintegrare en países diferentes. En este caso puede que el oeste se divida por su cuenta y tal vez Hungría se hará cargo de alguna otra región. Pero lo que hay en común entre el pueblo de Ucrania y el movimiento del sudeste es que primero hay que deshacerse del gobierno de Kiev y luego recién encontrar una manera de negociar pacífica y democráticamente.

Si logran deshacerse del actual gobierno, la posibilidad de que Ucrania permanezca unida es mayor.

Poroshenko tratará de quedarse, pero está perdiendo terreno y la extrema derecha está cada vez más contra él. El ejército de Nueva Rusia está ganando, su propio ejército es cada vez menos leal, y depende de los servicios de inteligencia y de seguridad. No se puede permanecer en el poder sólo con servicios de seguridad como respaldo.

Así que la base de su poder se está reduciendo rápidamente. Su carta principal es el respaldo de EEUU y la UE. Pero eso no será suficiente si no tiene algo de ayuda interna.

¿Cuáles han sido los avances militares de la opolchenie en el último par de semanas? ¿Es este un punto de inflexión?
Creo que es un punto de inflexión. Las tropas ucranianas han estado en plena desbandada y la opolchenie fue progresando y avanzando en todo el frente. Muchas tropas ucranianas fueron cercadas y rodeadas. La actitud de la opolchenie ha sido desarmar a estos combatientes ucranianos y luego dejarlos ir. No guardan demasiados prisioneros en parte porque no hay suficiente comida.

Pero también piensan que es una buena medida de propaganda.

A veces los mantienen durante unas pocas semanas, y luego piden a sus padres que los vengan a recoger. Una vez que vienen, se van a casa con sus hijos. Así que hemos tenido todas estas imágenes de las tropas ucranianas que retroceden, desarmadas. 

O se van a Rusia, y por supuesto Rusia los envía de nuevo a Ucrania. Pero lo que también sucede es que después de pasar un tiempo con la opolchenie, muchos de ellos prefieren quedarse y luchar en el lado del pueblo. Ahora estamos viendo a cientos de tropas en retirada, desarmada, y es una derrota moral aplastante; sería una derrota moral total para cualquier ejército.

Las fronteras entre las repúblicas y Rusia están en manos de los insurgentes, lo que significa que habrá un flujo de material - comida y municiones – hacia las repúblicas, y también es mucho más difícil de controlar para el gobierno ucraniano porque siempre habrá incursiones.

El siguiente objetivo era Mariupol, que es un gran puerto y se encuentra en estado de sitio, pero la opolchenie no quiere tomar la ciudad, ya que causaría gran destrucción y víctimas entre la población civil, lo cual es algo que se está tratando de evitar.

Ya en abril hubo en Mariupol un apoyo masivo a Donetsk, pero cada vez hay más escepticismo entre la gente debido a la dirección caótica en Donetsk. Sin embargo, los insurgentes estaban tratando de convencer a las tropas ucranianas de salir de la ciudad.

Una vez que se aseguren Mariupol - o incluso antes de eso- se movilizarán hacia Berdyansk, que es otra ciudad importante y que está fuera de la zona de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Por lo que yo sé por el servicio de noticias Coronel Cassad [blog ruso acerca de la guerra en Ucrania, este es el vínculo de su edición en inglés: http://cassad-eng.livejournal.com/], lo que tienen que pensar es que Moscú, tarde o temprano, los va a obligar a que se detengan.

El 6 de setiembre ya hubo un acuerdo de alto el fuego impuesto a la opolchenie por Moscú. Pero no es en absoluto seguro que vaya a durar. Los insurgentes están tratando de avanzar lo más posible para socavar el régimen de Poroshenko y también las posibilidades de que Moscú y Kiev hagan un trato a sus espaldas.
¿Cuáles son las perspectivas del movimiento para lograr el cambio social? ¿Y quién está liderando este movimiento?
Lo que está sucediendo en Nueva Rusia es un movimiento revolucionario, aunque no es todavía una revolución en términos de cambio social. Pero hay que ganar la guerra. Si se gana la guerra, todavía habrá que ganar el contenido político. Pero hay potencial.

En ninguna parte durante muchos años - tal vez desde la revolución española - hemos visto a tantos miles de trabajadores, incluso cientos de miles, movilizados

Hay miles de trabajadores en armas. Y, por supuesto, los oligarcas de Moscú tienen miedo de que esto se propague a Rusia. Muchos hablan de socialismo. Otros hablan de una versión comprometida de una república social, lo que significa un estado de bienestar, las prioridades sociales y alguna socialización de la propiedad, incluyendo fábricas, minas y ferrocarriles.

El liderazgo actual de la república de Donetsk era reacio a aplicar incluso los cambios que ellos mismos declararon necesarios. En lugar de la nacionalización de la propiedad de los oligarcas, por ejemplo, pusieron carteles en torno a Donetsk diciendo que la república va a combatir a los oligarcas.

Esto es normal si se tiene una dirección burguesa en un movimiento que es, en su composición y en su inercia, si no necesariamente proletario, al menos plebeyo; se trata de un movimiento popular.

Estos dirigentes burgueses hacen todo lo posible para minimizar su potencial de cambio social, y limitar el movimiento.

Pero se puede acabar con estos liderazgos y reemplazarlos, como ocurrió en la Revolución Francesa y la Revolución Rusa, que comenzaron con liderazgos muy moderados. Lo importante para la izquierda es la creación de la fuerza política y el marco político para llevar adelante la próxima etapa de la revolución.
Pero esto no es la teoría stalinista de las etapas.
Lo que quiero decir es que hay que hacer la revolución radical y seguir adelante. Y que haya una muy fuerte presencia de fuerzas progresistas no significa que todo el mundo esté a la izquierda, también hay todo tipo de elementos conservadores dentro del movimiento.

Por ejemplo, impulsamos un proyecto con activistas políticos en Belgorod durante casi tres meses y descubrimos que en general, estas personas son muy progresivas en términos sociales, hacia el Estado de Bienestar, los derechos sociales, el poder de la gente y así sucesivamente, pero al mismo tiempo son culturalmente muy conservadores. Alaban los valores familiares, son afines al cristianismo como sistema básico de valores -aunque no necesariamente sean hoy religiosos practicantes- y la mayoría de ellos son homofóbicos, etc. Se lo puede remediar.

¿Qué más se puede esperar de una sociedad que recibió una lluvia de propaganda reaccionaria y que sobrevivió una terrible derrota del socialismo al estilo soviético?
Es muy natural que la gente tenga todas estas ilusiones, contradicciones y problemas. Tenemos que trabajar con ellos, contribuir a su lucha, y estos problemas se pueden superar a través de la práctica.
Recuerdo lo que dijo el Subcomandante Marcos sobre esos izquierdistas que fueron a la selva y trataron de educar a los indios; descubrieron que había muchas cosas que tenían que aprender de ellos.
No veo por qué los intelectuales no deben aprender de los trabajadores, campesinos y la baja clase media en Donetsk, Kharkiv, Odessa. Es una lucha constante, no se puede luchar y ganar a menos que se exprese la solidaridad básica con la causa.

Y ante lo que algunos nos dicen, que no es un movimiento homogéneo y que debe demostrar que es realmente progresista. ¿Por qué tienen que demostrar nada a un grupo de intelectuales en Moscú o París? Es exactamente al revés. Es la izquierda la que tiene que demostrar a los trabajadores, mineros, campesinos y demás pueblo trabajador que merece su atención.
¿Qué debe hacer la izquierda en Occidente y cómo deberíamos desarrollar movimientos de solidaridad?
Tenemos que construir campañas de solidaridad, pero tienen que estar vinculados con otras
campañas para ampliar la lucha. Creo que sería bueno si levantamos la bandera de Nueva Rusia [Hmm... la Unión de las Repúblicas Populares de Nueva Rusia adoptó la antigua bandera imperial rusa con tres franjas, blanco, amarillo y negro], junto con la bandera de Palestina, por ejemplo. Las campañas de solidaridad no deben ser aisladas la una de la otra, tienen que integrarse. Están surgiendo tareas no militares, y se necesitan médicos, ingenieros, trabajadores solidarios para los programas humanitarios, como en otros lugares.
La gente tiene que ir allá para ver cuánto daño ha causado la guerra, y que debe haber ayuda
material, de formación y educación, y demás. Nosotros en Rusia podemos facilitar eso. Ya hay voluntarios de Francia y España, pero no creo que se necesiten más combatientes; más bien se necesitan trabajadores solidarios, personas que vayan a ayudar con la reconstrucción, especialmente en los lugares en que las tropas del gobierno son obligadas a retroceder y pasan a ser áreas liberadas.

En el futuro, creo que la opolchenie se anotará más victorias, y la sociedad rusa debe desarrollar más los movimientos de solidaridad, junto con las sociedades occidentales, que deben hacer lo mismo.

Creo que tenemos que mirar estos eventos en la misma forma que nos fijamos en Palestina, por ejemplo. Hay todo tipo de contradicciones dentro del movimiento, al igual que en Palestina, no es un movimiento homogéneo. No todo elemento del movimiento es progresivo.

Lo mismo es cierto en Nueva Rusia. No es una única cosa progresiva, un movimiento revolucionario homogéneo; es una coalición, lo que implica diferentes elementos. El movimiento se inició con las personas que protegían las estatuas de Lenin, algunas de ellas levantaron banderas rojas y así sucesivamente, pero hay elementos del nacionalismo ruso, y también hay elementos más conservadores que quieren que Nueva Rusia sea como era Ucrania antes de la crisis.

Tenemos que apoyar a la izquierda en el interior de Nueva Rusia y en el interior de la opolchenie.

Son cada vez más fuertes, pero necesitan nuestro apoyo y solidaridad. Y también tenemos que importar este movimiento revolucionario de Ucrania a Rusia, lo que ya estamos haciendo con un cierto grado de éxito - porque hay más y más personas involucradas en el movimiento de solidaridad, que se está convirtiendo en una fuerza propia y ya está empezando a influir en Rusia, en la política y la opinión pública.

Eso significa que tenemos que tender la solidaridad a través de la frontera, y tenemos que enlazar estos movimientos de solidaridad en Rusia con el movimiento anti-guerra, anti-OTAN, y los movimientos anti-imperialistas en Occidente.

*Revista Contrafuego. Traducido por Fernando Moyano. Revisado y extractado por lahaine.org