Victoria electoral de Syriza abre nueva etapa en Grecia

Antonio Cuesta Marín
Prensa Latina [x]
Grecia pareció cerrar hoy la puerta a las políticas de austeridad y abrir una ventana a la esperanza tras las elecciones legislativas en las cuales se impuso claramente el partido Syriza con una promesa de cambio.
"Hoy el pueblo griego ha hecho historia", subrayó el líder de Syriza, Alexis Tsipras, al anunciar en la noche electoral del domingo y ante unos cinco mil seguidores que su victoria simbolizaba "la lucha de los pueblos de Europa contra la austeridad" que desde Grecia "marcha con paso firme por el cambio".

Tsipras tendió la mano a todos los ciudadanos y declaró que no hay "ni vencedores ni vencidos" y que su gobierno sería "para todos los griegos", pues los únicos que perdían con la victoria de la izquierda era "la Grecia de los oligarcas y de los corruptos".

Syriza logró un 36 por ciento de los votos y 148 escaños, sobre un total de 300, frente al conservador Nueva Democracia, hasta ahora en el Gobierno y defensor de las políticas de austeridad, que llegó al 27 por ciento y 76 curules.

Pese a la abultada diferencia, Syriza debió buscar el apoyo de alguna fuerza política para poder formar un gobierno que contara con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

Con una rapidez inusitada, Tsipras consiguió a lo largo de la mañana del lunes no solo acordar los términos de colaboración con el partido derechista Griegos Independientes (ANEL), sino también concretar la composición del ejecutivo.

Pocas horas después, Tsipras llegó a la sede de la Presidencia para recibir el mandato de formar un nuevo gobierno, trámite que se solucionó en unos minutos, tras lo cual se llevó a cabo el acto oficial de juramento como primer ministro.

Con la misma celeridad anunció su intención de que el próximo consejo de ministros formalicen oficialmente sus cargos de manera lo más inmediata posible, con el fin de que cuanto antes estén en disposición de trabajar para sacar al país de la "emergencia humanitaria" en la que se haya.

El líder de izquierda había asegurado que "el nuevo Gobierno negociará con nuestros socios europeos", dijo, pero también "desmentirá a todos los que ven destrucción, no habrá desastre, ni tampoco sumisión, pues nuestro objetivo desde el primer día es restablecernos de las consecuencias de la crisis".

La coalición con ANEL resultó un tanto sorprendente por cuanto este partido mostró en el pasado unas posturas muy duras con respecto a la inmigración o en algunas cuestiones de política exterior, divergentes con Syriza.

Sin embargo, han mantenido un discurso firme contra las medidas de austeridad y las imposiciones de los acreedores extranjeros, por lo que puede resultar un socio útil de cara a las inminentes negociaciones sobre la deuda y el memorando de préstamo.