Perón entre El Che y Fidel

 Por Pablo Vázquez*
Instituto Nacional Manuel Dorrego 
publicado el 26 de diciembre de 2014

El futuro restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, luego de más de medio siglo, pondría fin a una de las rémoras de la Guerra Fría. El anuncio en paralelo de Obama y Raúl Castro, gestiones del Papa Francisco mediante, liberaría del bloqueo norteamericano a Cuba, luego de un largo padecimiento de nuestros hermanos de Patria Grande.

Repensando los acontecimientos pasados surgen las relaciones cruzadas entre el líder justicialista argentino, el máximo comandante caribeño y el médico argentino de cuna de oro que dejó todo por su sueño revolucionario.

Figuras contradictorias en apariencia, sin embargo desde el peronismo, se potenció la idea de autonomía ideológica y realismo político con respecto a las potencias de turno, materializada en la Tercera Posición. Eso hizo reconocer la lucha llevada por el pueblo cubano, a través del liderazgo de los Castro (Fidel y Raúl), Cienfuegos y Guevara, para desembarazarse del yugo dictatorial de Batista, como personero norteamericano, en su política de mantener a Cuba como su casino y prostíbulo privados.

Perón, sin desprenderse de su posición anticomunista,  entendió que la Revolución Cubana abrevó en un sentido nacionalista antiimperialista profundo, de miras a la Patria Grande,  contra el opresor del Norte. Aún con críticas sobre aspectos religiosos y de trato a la oposición – que hace algunos años ha ido dosificándose – el peronismo respeta su dignidad frente al imperialismo.

A la vez que es innegable la afinidad que ambos pueblos poseen.  Relación de profunda amistad es la que une a los argentinos y cubanos. Sus culturas, música, literatura, poesía y espíritu de lucha han estado en permanente contacto, generando una fuerte empatía. Basta señalar, como anécdota, que el poeta revolucionario José Martí ocupó la representación diplomática argentina en la isla caribeña en sus años.

Como se relacionaron Juan Perón, el Che Guevara y Fidel Castro?

La actividad del coronel argentino fue seguida de cerca por el joven aspirante a doctor. Ernesto Guevara Lynch de la Serna, por su origen patricio y su inclinación utópica al marxismo, fue muy crítico del peronismo. Su viaje por la “Mayúscula América”, como él la nombraba, y el golpe cívico – militar de 1955 le hicieron cambiar de parecer.

En cuanto a Fidel Castro Ruz el también tuvo en cuenta la revolución justicialista, al punto que en 1948, en Colombia, al desarrollarse la Conferencia Interamericana de Cancilleres, se produjo el asesinato del patriota latinoamericano Jorge Eliezer Gaitán, quien levantaba las mismas banderas del peronismo. Este hecho desencadenó la rebelión popular conocida como El Bogotazo. Y allí, según relató Rogelio García Lupo, se produjo un hecho curioso: uno de los jóvenes asistentes a un congreso de la Federación Latinoamericana de Estudiantes, que propiciaba continentalmente el peronismo, fue detenido por la policía. En los registros policiales colombianos figura: Fidel Castro Ruz joven peronista de origen cubano.

El futuro Che, en carta a su amiga Tita Infante durante su estadía en Lima en mayo de 1952 –  paradójicamente 2 meses antes de la muerte de Evita -, reseña,  a raíz del terremoto sufrido allí en 1950,  que: “Es curioso el hecho de que los aviones de la (Fundación de) Ayuda Social (Eva Perón) que volaron en esa época han hecho más por los vínculos argentinos – peruano… que la obra de todos los gobiernos anteriores.  El hecho es que el nombre argentinos nos abre todas las puertas sin grupo”.

Un 26 de julio de 1952 moría Eva Perón. Ese mismo día Guevara se despidió de su amigo Alberto Granado, con quien compartió su primer viaje en moto por Suramérica, y partiría a Buenos Aires. Un año después Fidel comandará en Cuba, con sus compañeros, el frustrado asalto al Cuartel Moncada. Cuando exclamó desafiante en el juicio “La historia me absolverá”, quizás presagió que ese día sería un emblema de lucha.

Con relación a Guevara son conocidas sus afirmaciones con respecto a Perón y el Peronismo en la correspondencia con su madre y con Tita Infante, tanto la ayuda laboral brindada por la Agencia Latina de Noticias “la que funciona con capitales emparentados por lo menos con el tata que está en la Rosada”, según su pluma; como la ayuda a emigrar de Guatemala a México a través de la Embajada Argentina, según expreso pedido de Perón; o el considerarse “doblemente angustiado” por los bombardeos del 16 de junio de 1955.

Discutió varias veces con su progenitora: el problema era la madre, como afirmó Perón? Frases como: “… la caída del gobierno argentino sigue los pasos de Guatemala con una fidelidad extraña, y verá Ud. cómo la entrega total del país y la ruptura política y diplomática con las democracias populares será su colorario…”. O aquella que afirmó: “En cuanto a lo que paso en Argentina soy irreductible. Es un atraso, con el agravante de que Perón ha quedado con la popularidad intacta con los obreros”.

Luego vendría la Revolución junto a Fidel, Raúl, Camilo, donde el Che, paradójicamente, reinterpretó el fenómeno peronista, siendo elocuente su respuesta epistolar a Ernesto Sábato. Siendo funcionario cubano tuvo oportunidad de entrevistarse con emisarios de Perón – John W. Cooke, Sebastián Borro, Héctor Villalón, Jorge Di Pasquale, etc. – con quienes discutió la posición revolucionaria del peronismo y reconoció, en la dedicatoria de Guerra de Guerrillas, la importancia del líder justicialista: “Un ex opositor evolucionado,  y con todo afecto y cariño a Juan Perón.”

El propio Cooke, según Envar “Cacho” El Kadri, recordó que “cuando llegamos Alicia (Eguren) y yo a Cuba, el peronismo tenía la leyenda negra difundida por nuestros enemigos”. Pero en otra carta anterior manifestó su satisfacción porque en solo dos años de trabajar en Cuba “al peronismo se lo respeta y no hay campaña en contra. Los discursos de Fidel nos mencionan elogiosamente. La televisión y la prensa difunden nuestros mensajes y triunfos. Los equívocos iniciales desaparecieron por completo y se nos valora como corresponde. Mi acción personal ha contribuido a estos resultados”.

Lo demás es más conocido: La influencia del Che en la Juventud Peronista y demás grupos revolucionarios en los ‘60, el apoyo que se le iba a dar desde Argentina a su acción en Bolivia, y la sentida carta de condolencia por su muerte escrita por Perón: “…era uno de los nuestros, quizás el mejor.”

Causalidades: Moncada quedó ligada en espíritu con la muerte de Evita. El cántico: “Evita, Moncada, La Patria Liberada!”, aún lo certifica. Más provocativa fue la afirmación madrileña de Perón: “Si en 1955 los rusos hubieran estado en condiciones de apoyarme yo hubiera sido el primer Fidel Castro del Continente”.

Se encontraron Perón y el Che en Madrid? Enrique Pavón Pereyra y otros sostuvieron que sí, aún el propio Perón, en una carta a Pablo Vicente. Luego se retractó en un reportaje hecho por Carlos María Gutiérrez, de Marcha, y afirmó el exiliado en Puerta de Hierro que Guevara se reunió con el empresario peronista Jorge Antonio. Prima la negativa del encuentro, aunque los contactos fueron fluidos: Guevara lo trató de “maestro” y Perón, en su libro de claves, le adjudicó el mote “Irala”, aquel quien sustituyó en el mando a Pedro de Mendoza en la infructuosa y fallida fundación de Buenos Aires: Guiño laudatorio del viejo profesor de historia militar?

El afecto por la acción revolucionaria de Fidel Castro Ruz fue, y es, reconocido por el Peronismo, a la vez que la relación Perón – Castro fue muy importante, pese a las cuestiones relacionadas con el apoyo económico y logístico a grupos armados que - con el tiempo - se volverían contra el gobierno peronista. 

Valga destacar la reanudación del intercambio comercial (tractores argentinos por azúcar cubana) entre ambos países durante los ‘70, el pedido argentino por reconocimiento a Cuba en la OEA y el enérgico pedido del fin del bloqueo, los homenajes que al presidente Osvaldo Dorticós se les tributaron cuando asistió en 1973 a la asunción del Presidente Héctor Cámpora y en el homenaje al Cordobazo;  como así también el intercambio epistolar entre ambos líderes - asentado en la Revista Hechos e Ideas de la época - que pensaban una América liberada.

Queda las palabras de estos años de Castro destacando a “esa extraordinaria mujer que fue Evita”. Recientemente ponderó al Líder justicialista en estos términos: “En Argentina, Juan Domingo Perón, oficial del Ejército, fue capaz de diseñar una política independiente y de raíz obrera en su país”.

Las imágenes y legado de estos tres revolucionarios, junto a Evita, continúan como bandera de lucha por parte del movimiento nacional y popular.

** Politólogo; Docente de la UCES; Miembro de los Institutos Nacionales Eva Perón y Juan Manuel de Rosas