Guerra financiera: La recolonización de Corea. “Lunes negro en Seúl” y la intervención del FMI en Corea del Sur

 Michel Chossudovsky
 Global Research [x]

Nota del Autor. 
Este artículo, publicado por primera vez en julio de 2000, identifica el proceso a través del cual el capitalismo surcoreano fue literalmente secuestrado en el momento más grave de la Crisis Asiática de 1997-98. El objetivo fue también desestabilizar sus conglomerados de negocios más importantes, así como hacerse del control de su sistema bancario. Las reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI) desencadenaron una cadena de bancarrotas y la caída de los salarios de los trabajadores industriales.
El programa del FMI aplicado sobre una avanzada economía de mercado buscó minar la soberanía nacional y desviar el proceso de reunificación de Corea del Norte y Corea del Sur. El objetivo a largo plazo es abrir Corea del Norte al capital corporativo occidental, a la vez que transformar la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en un nuevo generador de mano de obra barata para la economía global. Ese había sido el destino de Vietnam, iniciado a comienzos de los años de 1990 con el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por los EE.UU.
Con las sanciones fatales impuestas sobre Pyongyang durante un período que supera los 50 años, y la implacable amenaza de desatar un ataque nuclear contra Corea del Norte, se busca imponer el “libre mercado” sobre la RPDC bajo la tutela de Wall Street y el FMI.
Una versión expandida y actualizada de este texto fue incluida en la segunda edición del libro “La Globalización de la Pobreza y el Nuevo Orden Mundial (The Globalization of Poverty and the New World Order), Global Research, Montreal, 2003.

Michel Chossudovsky, 6 de abril de 2013

La recolonización de Corea. “Lunes negro en Seúl” y la intervención del FMI en Corea del Sur.

10 de Junio de 2000
En los últimos días de noviembre de 1997 un equipo de economistas del FMI liderado por Hubert Neiss fue raudamente enviado a Seúl llevando un mandato: negociar un rescate financiero al estilo del realizado en México, con el fin de restaurar velozmente la salud y la estabilidad de la economía. Un precedente importante había sido establecido: la amarga medicina del FMI, impuesta de manera rutinaria sobre el Tercer Mundo y Europa del Este, fue aplicada por primera vez en una economía industrial avanzada.
Washington había cuidadosamente construido el escenario por intermedio de su embajada en Seúl. Apenas una semana antes del arribo de la misión del FMI, el presidente Kim Young Sam pidió la renuncia a su Ministro de Finanzas por haber entorpecido las negociaciones con el FMI. Una persona más aceptable fue designada para el cargo, de acuerdo a las instrucciones de Washington. De manera muy conveniente, el nuevo negociador y Ministro de Finanzas Lim Chang-yuel resultó ser un ex miembro del FMI y funcionario del Banco Mundial. El asesor presidencial en asuntos económicos Kim In-ho también fue despedido de manera abrupta por haber rechazado la intervención del FMI y asegurar que Seúl podía restaurar su credibilidad internacional mediante su propio esfuerzo. (1)
El Ministro de finanzas Lim estaba acostumbrado a los escenarios de Washington. Apenas designado, Lim fue enviado a Washington para negociar con su ex colega del FMI, el Director General Adjunto Stanley Fischer.
El ‘lunes negro’ de Seúl
Las negociaciones del gobierno de Corea del Sur con el FMI han sido secreto de Estado. El viernes 21 de noviembre, el gobierno anunció oficialmente que buscaría un rescate financiero por parte del FMI. El siguiente día de operaciones financieras, 24 de noviembre –conocido como “lunes negro de Seúl”-, el mercado de valores se derrumbó motivado por el miedo que generaron las medidas de austeridad del FMI y los anuncios sobre el colapso de las corporaciones y los bancos. El Ministro de Finanzas Lim, obedeciendo lealmente las órdenes de Washington, eliminó todos los controles cambiarios del mercado de divisas, incentivando nuevos embates especulativos a la caza de la renta financiera. (2)
El 26 de noviembre, dos días después, la misión del FMI encabezada por Hubert Neiss arribó al aeropuerto Kimpo de Seúl. El 30 de noviembre, apenas cuatro días después, los partidos políticos habían alcanzado un Acuerdo Preliminar. El texto del borrador  había sido preparado en las oficinas centrales del FMI en Washington antes del arribo de la misión. Sin posibilidad alguna de negociación o análisis, las soluciones propuestas fueron decididas con anterioridad en conjunto con Wall Street y el Tesoro de los EE.UU.
Torciendo el brazo en la carrera presidencial Arm Twisting in the wake of the Presidential Race
Sin embargo, el acuerdo todavía no había sido cerrado. El país estaba en vísperas de la elección presidencial y Kim Dae Jung, el candidato favorito, perteneciente a la posición de centro izquierda, mantenía una postura firme contra el rescate del FMI. Dae puso en alerta a la opinión pública y acusó al gobierno vigente de estar rifando entregando la economía surcoreana:
“Los inversores extranjeros pueden comprar libremente todo nuestro sector financiero, incluyendo 26 bancos, 27 agencias de seguridad, 12 compañías de seguros y 21 bancos mercantiles, todos los cuales están ofrecidos en la bolsa de comercio por sólo 5,5 trillones de won,” lo que representa 3,7 billones de dólares. (3)
 Giro político
Apenas dos semanas después, luego de ganar la carrera presidencial, Kim Dae jung se convirtió en un defensor decidido de las recetas económicas del FMI:
Abriré el mercado con decisión. Lo haré para que los inversores extranjeros inviertan con confianza. Durante una masiva manifestación, Kim Dae jung confirmó su apoyo incondicional al FMI. El dolor es necesario para hacer reformas y debemos asumir este riesgo como una oportunidad. (4)
Sucumbiendo a la presión política, Kim Dae jung, un ex disidente, prisionero político y firme opositor a los regímenes de Park Chung Hee y Chun Doo Hwan respaldados militarmente por los EE.UU., cedió a los intereses de Wall Street y Washington aún antes de su presentación formal como presidente elegido democráticamente. De hecho Washington había exigido a los tres candidatos presidenciales, de manera directa, que se comprometieran a adoptar el programa del FMI.
Chantaje financiero para habilitar la legislación
Kim Dae jung también dio luz verde al parlamento surcoreano. El 23 de diciembre, un día después de la asunción presidencial, se realizó una sesión especial del parlamento. Las cuatro mociones principales del gobierno concernientes al acuerdo con el FMI fueron adoptadas sin ningún debate previo. (5) Gracias al chantaje financiero la legislación fue aprobada, quitándole al ministerio de Economía y Finanzas toda capacidad de regulación y supervisión del sistema financiero. El parlamento de Corea del Sur ha sido transformado en una escribanía. Mientras tanto, el Servicio de Inversiones Moody, la agencia de crédito de Wall Street, en favor de los intereses de la banca norteamericana, recompensó la complicidad surcoreana rebajando la nota de los bonos del gobierno y las corporaciones surcoreanas, incluyendo los bonos de 20 bancos cuyas letras de deuda bajaron a la categoría de “bonos basura.” (5)
Negociando un rescate de 57 millones de dólares: cronograma del asalto
19 de noviembre de 1997 – 24 de diciembre de 1997
19 de noviembre: el saliente presidente Kim Young-sam despide al Ministro de Finanza Kang Kyong-shik por entorpecer las negociaciones con el FMI. Kang es reemplazado por Lim Chang-yuel, ex director ejecutivo del FMI.
20 de noviembre: El Ministro de Finanza Lim es enviado de urgencia a Washington para negpociar con su ex colega, el director general adjunto del FMI, Stanley Fischer.
21 de noviembre: El gobierno de la República de Corea anuncia formalmente que está buscando alcanzar un acuerdo con el FMI. El nuevo ministro de finanzas es puesto a cargo de las negociaciones con el FMI.
24 de noviembre: “Lunes negro en Seúl”. La bolsa de valores de Seúl se derrumba a causa del miedo que generaron las medidas de austeridad del FMI y los anuncios sobre el colapso de las corporaciones y los bancos.
26 de noviembre: La misión del FMI arriba a Seúl, encabezada por Hubert Neiss.
27 de noviembre: Inician conversaciones secretas entre la misión del FMI y funcionarios del gobierno de Corea del Sur.
30 de noviembre: Luego de cuatro días de negociaciones, el FMI y el gobierno alcanzan un acuerdo preliminar.
1 de diciembre: El borrador del acuerdo es enviado al gabinete del gobierno para su aprobación.
3 de diciembre: El director general del FMI, Michel Camdessus, arriba a Seúl para sellar el Acuerdo. David Lipton, sub secretario del Tesoro de los EE.UU., establece junto a Camdessus que el Acuerdo no puede cerrarse a menos que los tres candidatos presidenciales brinden su apoyo al rescate financiero del FMI.
4 de diciembre: El texto final del Acuerdo es ratificado por el Comité Ejecutivo del FMI, el cual aprueba un acuerdo preliminar de 21 billones de dólares, del total de 57 billones.
5 de diciembre: el candidato presidencial Kim Dae jun expresa su oposición al acuerdo con el FMI y alerta a la opinión pública sobre el efecto devastador que tendría sobre la economía y el impacto social que acarrearía.
18 de diciembre: Kim Dae jung gana la elección presidencial e inmediatamente declara su apoyo incondicional al programa del FMI.
22 de diciembre: El sub secretario del Tesoro de los EE.UU. David Lipton arriba a Seúl. Lipton exige a Kim Dae jung que avance en un despido masivo de trabajadores.
23 de diciembre. Se llama a una sesión especial de la Legislatura y se aprueban cuatro propuestas clave del gobierno, relacionadas con el programa propuesto por el FMI.
24 de diciembre: En Nochebuena, los banqueros de Wall Street son llamados a una reunión de emergencia. A media noche, el FMI acepta enviar 10 billones de dólares a Seúl para enfrentar una avalancha de deudas con vencimiento a corto plazo.
26 de diciembre: El presidente electo Kim Dae jung se compromete a llevar adelante duras acciones. Entre ella, las compañías deberán congelar o recortar salarios. En caso de que esas medidas no fueran suficientes, los despidos serán inevitables.
Los banqueros de Wall Street reunidos en Nochebuena
La Legislatura surcoreana se había reunido en sesiones de emergencia el día 23 de diciembre. La decisión final concerniente al acuerdo por 57 billones de dólares tuvo lugar al día siguiente, en vísperas de Nochebuena, fuera de horario comercial en Nueva York. Los ejecutivos de las financieras más importantes de Wall Street -Chase Manhattan, Bank America, Citicorp y J.P. Morgan-, habían sido convocados a una reunión en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. En la velada de Nochebuena también estuvieron presentes representantes de los cinco bancos mercantiles más importantes de Nueva York, entre ellos Goldman Sachs, Lehman Brothers, Morgan Stanley y Salomon Smith Barney. (6)
Durante la medianoche de Navidad el FMI obtuvo el permiso para girar los 10 billones de dólares destinados a cubrir vencimientos de las deudas, luego de recibir luz verde de parte de los bancos e instituciones financieras. (7)
Las arcas del Banco Central de Corea del Sur fueron saqueadas. Los acreedores y especuladores esperaban ansiosamente para recolectar el botín. Las mismas instituciones que anteriormente habían especulado contra el won coreano estaban ahora cobrando el dinero del rescate del FMI. Simplemente se trató de una estafa.
Desmantelando los Chaebol
El rescate del FMI ha terminado con la soberanía económica de Corea, estableciendo una administración colonial de facto disimulada bajo un presidente elegido democráticamente. De la noche a la mañana, el FMI ha sumergido al país en una profunda recesión. El impacto social resultó devastador. El nivel de la calidad de vida colapsó, las reformas del FMI deprimieron los salarios reales y dispararon el desempleo masivo.
La devaluación del won, junto con el colapso de la bolsa de valores, generaron una cadena mortífera de bancarrotas que afectaron tanto a empresas financieras como industriales. La agenda encubierta fue destruir el capitalismo Coreano. El programa del FMI contribuyó a fracturar los Chaebol.
Los Chaebol son conglomerados de empresas agrupadas en torno a una gran compañía. La compañía central generalmente está controlada por una familia. En 1988, los 40 principales Chaebol agrupaban un total de 671 empresas separadas. Hyundai y Daewoo son algunos ejemplos. Su producción es diversificada. Producen desde autos hasta televisores. Sin embargo los Chaebol, y esto es importante, no controlan bancos. (¿Qué es un Chaebol? http://megastories.com/seasia/skorea/chaebol/chaewhat.htm)
Daewoo había sido invitada a establecer alianzas estratégicas con firmas extranjeras, lo que significaba una eventual compra por parte del capital extranjero. Actuando directamente en beneficio de Wall Street, el FMI exigió el desmantelamiento del Grupo Daewoo, incluyendo la venta de las 12 compañías afiliadas, calificadas de problemáticas. Daewoo Motors estaba a disposición. Toda la industria de autopartes de Corea del Sur estaba en crisis llevando a un proceso de despidos masivos y a la quiebra de los proveedores de auto-partes. (8)
Mientras tanto, los acreedores Hyundai, el imperio económico más grande de Corea del Sur, exigieron la partición del grupo económico. Mediante el proceso denominado ‘spin-off’, que en la práctica significa la fractura de Hyundai, el capital extranjero ha sido invitado a recoger los pedazos que quedaron, lo que se tradujo en la compra de autos y embarcaciones a muy buen precio. La alta tecnología, la electrónica y la industria manufacturera de la economía surcoreana estaban de oferta. Las corporaciones occidentales salieron de compras, adquiriendo activos industriales a precios irrisorios. La devaluación del won, combinada con la caída de la bolsa de valores de Seúl, disminuyó dramáticamente el valor en dólares de los activos surcoreanos.
Los magnates de Texas y California al rescate
Los EE.UU. salieron al rescate de los bancos de Corea del Sur “en problemas”. Por el exiguo monto de $454 millones de dólares, el 51 por ciento de las acciones del Primer Banco Coreano (PBC) fueron transferidos a Newbridge Capital Ltd., un grupo estadounidense especializado en compras apalancadas (leveraged buy-outs). (9) En una caída en picada, una firma de inversores con base en California, sin experiencia previa en comerciar con bancos, obtuvo el control de uno de las más antiguas instituciones bancarias de Corea del Sur, con 5000 empleados y una moderna red de sucursales en todo el país.
Bajo de los términos del acuerdo con Newbridge, el gobierno de la República de Corea otorgó los nuevos propietarios del PBC las llamadas opciones “put back”, herramienta financiera que los habilitaba a exigir una compensación por todas las pérdidas generadas a raíz de los préstamos no rentables otorgados antes del traspaso de la entidad bancaria.
En la práctica esto significó una inyección total de 17,3 trillones de won por parte del gobierno de la República de Corea en beneficio del PBC (en diferentes cuotas). Un monto equivalente a 35 veces el precio que Newbridge Capital pagó inicialmente por el PBC. (10)
Mediante una moderna forma de saqueo, una inversión totalmente ficticia de 454 millones de dólares por parte de Newbridge permitió a los nuevos dueños del PBC hacerse de 15,9 billones de dólares provenientes del gobierno. ¡Nada mal! Y detrás de este lucrativo fraude, la aseguradora de Wall Street Morgan Stanley Dean Witter obtuvo también cuantiosas ganancias gracias a las abultadas comisiones cobradas tanto al gobierno surcoreano como a los nuevos dueños norteamericanos del PBC.
¿Cómo iba el gobierno surcoreano a financiar este rescate multi-billonario? Bajando los salarios, realizando despidos masivos de empleados públicos -incluyendo docentes y trabajadores de la salud-, recortes drásticos en programas sociales y a través de billones de dólares obtenidos mediante nuevos préstamos.
Financiados por el Tesoro surcoreano, los nuevos dueños texanos y californianos del PBC se convirtieron en acreedores domésticos de los conglomerados de empresas de Corea del Sur “en problemas”. Sin haber arriesgado un solo dólar, ahora tienen el poder para sacudir, frenar o cerrar ramas enteras de las industrias coreanas como mejor les parezca, incluyendo electrónica, producción automotriz, industria pesada, semiconductores, etc. La mayoría de las propuestas de negocios y ‘spin-off’ de los Chaebols requirieron el consentimiento directo de los intereses financieros occidentales. El destino de los trabajadores de esas empresas estuvo también en manos de los nuevos dueños norteamericanos.
El gobierno de la República de Corea no sólo ha perdido el control sobre el programa de privatización, sino que permitió el ingreso irrestricto de toda la industria de servicios financieros. Chase Manhattan ha comprado los intereses mayoritarios de Good Money Securities. Goldman Sachs adquirió el control del Banco Kookmin mientras que New York Life se ha hecho con el área de seguros de Kookmin Life. (11)
La privatización al por mayor de los principales servicios públicos también fue exigida, incluyendo Telecom Corea y Gas Corea. La Corporación de Energía Eléctrica de Corea (CEEC) se dividió en compañías eléctricas más pequeñas antes de ser colocada en el lote de subastas. La Corporación de Acero y Hierro Pohang (CAHP) también fue privatizada en su totalidad. Destino similar aguarda Hanjung, la Compañía de Industria Pesada y Construcción propiedad del Estado, para la cual se programa el ingreso en una alianza estratégica con Westinghouse.
Instaurando un sistema de control colonial directo
El sistema de control colonial indirecto impuesto inicialmente por las fuerzas militares estadounidenses bajo la presidencia de Sygman Rhee en 1945 fue disuelto. Las elites gobernantes surcoreanas se han desarticulado. Bajo la presidencia de Kim Dae jung se ha establecido un sistema de gobierno completamente nuevo, orientado a la fractura de los chaebols y el desmantelamiento del capitalismo surcoreano. En otras palabras, la firma del acuerdo de rescate con el FMI en diciembre de 1997 marca una transformación importante y significativa en la estructura del Estado surcoreano. A su vez, determina un paso decisivo en las relaciones intercoreanas y en el objetivo de Washington para extender el libre mercado en toda la Península Coreana.
Reunificación y libre mercado
A comienzos de junio del año 2000 una misión negociadora del FMI viajó de urgencia a Seúl, apenas unos días antes de la histórica cumbre intercoreana en Pyongyang entre el presidente Kim Dae jung y el líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jon il. Un momento cuidadosamente pensado. La presencia del FMI en Seúl tuvo muy poca repercusión en la prensa surcoreana. Los surcoreanos que apoyaron a Kim Dae jung tenían su mirada puesta en la promesa de reunificación de Corea mientras el resto de los asuntos políticos pasaban a segundo plano.
Mientras tanto detrás de escena, fuera del calor del debate público, el equipo del FMI, silenciosamente, estaba acordando los últimos puntos de un nuevo acuerdo para que sea firmado por el Ministro de Finanzas Lee Hun-jai antes de su partida hacia el encuentro en Pyongyang.
Se trató de una traición cuidadosamente planificada: el acuerdo de junio de 2000 fue más letal que aquel firmado en diciembre de 1997. Mediante el acuerdo del año 200, el gobierno de la República de Corea reafirmó el control absoluto del FMI sobre la economía surcoreana hasta 2003, sin convocar a ningún tipo de debate público o discusión. El desmantelamiento y la fractura del capitalismo surcoreano fueron delineados minuciosamente, para que tuviera lugar en el período entre el año 2000 y el año 2003. (12)
Pero la misión del FMI tenía algo más bajo su manga. En complicidad con la embajada de los EE.UU., la misión del FMI dio instrucciones al Ministerio de Finanzas Lee Hun-jai, quien estaba a cargo de la agenda de cooperación económica en la cumbre de Pyongyang. Lee, sirviente fiel del FMI, antes de asumir su cargo en el Ministerio, había estado a cargo de la infame Comisión de Supervisión Financiera (CSF), ese poderoso “perro de caza” promocionado por el FMI, responsable de desencadenar la bancarrota de los chaebols. Con sus objetivos cuidadosamente planificados, Lee partió hacia Pyongyang a defender los intereses norteamericanos bajo el disfraz de la cooperación económica. La agenda encubierta de Washington bajo el proceso de reunificación es la eventual recolonización de toda la Península Coreana.
Colonizando Corea del Norte
Bajo el programa de cooperación económica intercoreana firmado en Pyongyang, el gobierno de Seúl se comprometió a invertir en Corea del Norte. Hyundai, el mayor de sus conglomerados, financiaría y construiría fábricas en el norte.
Pero los chaebols surcoreanos, incluyendo a Hyundai, fueron apropiados rápidamente por compañías norteamericanas. En otras palabras, la cooperación económica intercoreana resultó ser una forma encubierta de inversión extranjera y una nueva oportunidad de negocios para Wall Street. Los nuevos dueños norteamericanos de los chaebols, en articulación con el Departamento de Estado de los EE.UU., tendrán la última palabra en lo que respecta a la relación económica intercoreana, incluyendo las inversiones en Corea del Norte.
La estrategia de Kim Dae jung es ayudar a Pyongyang con subsidios y desarrollo, aprovechar su mano de obra barata, promover fondos de comercio y construir infraestructura que también resulte de interés para Corea del Sur. Todos deberían quedarse tranquilos, dado que nada le ocurrirá al régimen de Corea del Norte, dado que podrán avanzar en una apertura y a la vez mantener su poder. Nosotros los ayudaremos a llevar adelante negocios con el FMI y el Banco Mundial (BM)…Pero en última instancia, esperamos que esto pueda debilitarlos. Es para nosotros el Caballo de Troya. (13)
El gobierno del presidente y Premio Nobel de la Paz Kim Dae jun ha establecido un escenario favorable a Washington. Con las fuerzas militares de los EE.UU. en la retaguardia, la promesa de reunificación, aspiración de todos los coreanos, podría llevar a la imposición de las denominadas reformas hacia el libre mercado sobre el comunismo de Corea del Norte. Se trata de un proceso que podría resultar en la recolonización y el empobrecimiento de toda la Península Coreana bajo dominio del capital estadounidense.
Notas
1. Agencia France Presse , 19 de noviembre, 1997.
2. Willis Witter, Economic Chief sacked in South Korean Debt Crisis; Medidas de emergencia introducidas, Washington Times, 20 de noviembre, 1997. Ver Fondo Monetario Internacional, Corea: Pedido de Standby al FMI, incluye Carta de Intención y Memorandum sobre el Programa Económico, ver para. 32, p. 44. El texto puede se consultado en http://www.chosun.com/feature/imfreport.html. También citado en Michael Hudson, Un borrador para Nuestro Mundo, Nuestro Mundo, Kyoto, 23 de diciembre, 1997.
3. National Public Radio, 19 de diciembre, 1997.
4. John Burton, Bonos de Corea reducidos a bonos basura. Financial Times, Londres, 23 de diciembre, 1997. P. 3.
5. Financial Times, 27-28 de diciembre, 1997, p. 3.
6. Agencia France Presse, Paris, 26 de diciembre, 1997.
7. Fabricantes de autopartes resisten el control extranjero sobre Daewo Motors, Korea Herald, 28 de junio de 2000.
8. Ver Michael Zielenziger, Una recuperación sin reformas en las inversiones de Corea del Sur, nerviosismo oficial, Knight Ridder Tribune News Service, 11 de junio, 1999.
9. Más dinero de los impuesto para el Primer Banco de Corea, Korea Herald, Seoul, 17 de agosto, 2000, p. 1
10 Ibid.
11. La lucha por la supervivencia se intensificará en M&As, Business Korea, Vol 17, No 2, febrero, 2000, p. 30-36.
12. Texto del Memorandum de las Políticas Económicas y Financieras, Carta de Intención, 14 de junio, Ministerio de Finanzas, Seúl, 2000. Publicado la el Boletín Económico de la República de Corea, junio, 2000 at http://epic.kdi.re.kr/home/ecobul/indexlist.htm. También publicado por el Fondo Monetario Internacional en http://www.imf.org/external/NP/LOI/2000/kor/01/INDEX.HTM. The Memorandum grants management rights to Deutsche Bank over KFB.
13 Los Angeles Times, 16 de Junio, 2000.

Traducción: Fermín Ramírez y Facundo Escobar (PIA)