La batalla de Mosul en la geopolítica de Oriente Medio.

13 años de guerra: el futuro incierto y aterrador de Mosul
Patrick Cockburn*
Mosul ha sido un lugar peligroso desde la invasión dirigida por Estados Unidos de 2003. Es la mayor ciudad árabe sunita de Irak en una época en la que los sunitas han perdido su  antiguo predominio y se enfrentan al gobierno dominado por los chiítas en Bagdad y a los gobernantes kurdos del vecino Kurdistán iraquí.
Es una batalla en curso en la que el ejército iraquí y los paramilitares chiitas avanzan hacia Mosul desde el sur, mientras que los Peshmerga kurdos lo hacen desde el este. El camino ha sido despejado para ambos por los ataques aéreos, en su mayor parte por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que ataca a los combatientes de Isis parapetados en los pueblos destruidos y en túneles profundos.
Si las fuerzas anti-Isis en última instancia tienen éxito en la recaptura de Mosul, será la quinta vez que la ciudad cambia de manos en estos 13 años de guerra. La primera vez fue en abril de 2003, cuando el ejército iraquí se estaba desintegrando y rindiéndose y los Peshmerga kurdos asaltaron la ciudad. Hubo saqueos a gran escala que los árabes atribuyeron a los kurdos y viceversa, pero en realidad ambas partes participaron en él. Fui testigo de como una multitud saqueaba la mansión del gobernador, el Banco Central y la universidad.
Los árabes, que constituyen las tres cuartas partes de la población de una ciudad de dos millones de habitantes, estaban horrorizados por la incursión kurda. Visité el hospital más grande de Mosul, donde el director Dr. Ayad Ramadani me dijo que "las milicias kurdas están saqueando la ciudad. Hoy en día la principal protección de los civiles está organizada por las mezquitas". En la entrada al hospital, una familia estaba cargando el cuerpo de un pariente fallecido en la parte trasera de un camión cuando se escuchó una ráfaga de ametralladora. El conductor del camión, asustado, se alejó a toda velocidad dejando atrás al cuerpo y la familia que con ira agitaba sus puños.
Las relaciones entre los árabes y los kurdos no mejoraron demasiado en los años que siguieron. El Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) reclamó partes de la provincia de Nínive alrededor de Mosul que supuestamente tenía una mayoría kurda o había pertenecido históricamente a los kurdos. Mosul se encuentra en el corazón de un mosaico étnico y sectario fascinante, pero confuso, compuesto por árabes, kurdos, shabak, yazidis y cristianos de diferentes sectas. A ninguna de estas comunidades les gusta demasiado las otras.
La toma de control por los kurdos fue seguida por la de los estadounidenses y durante el resto del año 2003 el general David Petraeus, al mando de la 101 División Aerotransportada gestionó la ciudad. Pudo comprobar cómo la campaña de "desbaacificación" ordenada por las autoridades de Estados Unidos en Bagdad alienaron a los ex oficiales del ejército iraquí y a los funcionarios que se quedaron sin trabajo. Una alta proporción de los oficiales del ejército iraquí siempre habían sido de Mosul y, de acuerdo con esta tradición militar, el ministro de Defensa de Saddam Hussein era de la ciudad. Petraeus emitió certificados de desbaacificación por su propia cuenta para que estos funcionarios y oficiales en paro pudieran por lo menos optar a un puesto de trabajo.
No fue suficiente. En un exceso de confianza, los estadounidenses redujeron sus tropas y después retiraron al resto para recuperar Faluya. En noviembre de 2004, combatientes armados de la oposición iraquíes tomaron la ciudad, el recién reformado ejército iraquí huyó y los rebeldes capturaron grandes arsenales de armas. Se retiraron después de unos días y Bagdad, respaldada por los EE.UU., recuperaron un control inestable.
Pero el control de Bagdad siempre fue disputado entre 2004 y 2014. Hubo repetidos ataques de la guerrilla. Viajaba desde Irbil, en un transporte de tropas blindado, para visitar el vicegobernador kurdo, cuya oficina estaba bien fortificada en la otra orilla del río Tigris. Pero o teníamos que conducir muy rápido o ir más despacio en convoyes defendido por tropas y vehículos blindados.
Al-Qaeda en Irak nunca perdió por completo el control sobre Mosul, incluso cuando estaba en su punto más bajo antes de 2011. Las empresas locales tuvieron que pagarle dinero de protección, cerrar o correr el riesgo de ser atacadas. Un hombre de negocios turco con varios contratos grandes de construcción me recordó más tarde que él tuvo que pagar 500.000 dólares al mes y, cuando le pidieron aún más dinero y se negó a pagar, uno de sus empleados fue asesinado. Paró la obra, retiró a su personal a Turquía y se quejó al gobierno en Bagdad. Sin embargo, su única respuesta fue que pagara el dinero de protección y que añadiera la suma al coste del contrato de la obra.
El gobierno no era muy querido en Mosul, pero aún así la captura de la ciudad por Isis en junio de 2014 fue una victoria sorprendente de unos pocos miles de combatientes contra una guarnición de 60.000, de los que 20.000 eran soldados y policías. La diferencia entre ambas cifras eran los "soldados fantasmas" que no existían o que nunca llegaron a la ciudad, pero cuyos salarios eran cobrados por los oficiales. Muchos otros soldados simplemente se habían ido de permiso a Bagdad y no volvieron nunca cuando la seguridad se deterioró. Cuando Isis atacó el ejército y la policía se fundieron.
Isis nunca fue popular en Mosul pero reprimió ferozmente toda disidencia. Expulsaron a los cristianos y asesinaron y esclavizaron a los yazidis. Volaron monumentos emblemáticos como la tumba de Jonás. A la gente no les gustaba, pero poco podían hacer al respecto.
Isis también se benefició del temor entre los sunitas de la ciudad de lo que pasaría si el ejército iraquí y las milicias chiítas regresaban. Saben que los cinco o seis millones de árabes sunitas de Irak, una quinta parte de una población de 33 millones, están en peligro y que casi un tercio han sido desplazados. En la guerra sectaria en Bagdad en 2006-7, los sunitas en Irak fueron empujados a varios enclaves, sobre todo en el lado oeste de la ciudad, que los diplomáticos estadounidenses describieron como "islas de miedo". Es los que ahora está sucediendo en el resto del país. Otros iraquíes pueden considerarlos cómplices de los crímenes de Isis e intentar vengarse. Por muchas declaraciones conciliadoras que hagan los líderes iraquíes, los odios sectarios y étnicos son profundos y los habitantes de Mosul se enfrentan a un futuro aterrador e incierto.
**************
El acertijo Alepo / Mosul
Pepe Escobar**
No hay duda de que Bagdad tiene que recuperar Mosul de ISIS / ISIL / Daesh. No podía hacerlo antes. En teoría, el momento es ahora.
La verdadera pregunta es cuales son los conflictivos motivos de la larga lista de  "quién es quién" que están en ello: la 9 División del Ejército iraquí; los peshmerga kurdos, bajo la batuta de astuto, oportunista y corrupto Barzani; los señores tribales sunitas; decenas de miles de milicianos chiítas del sur de Irak; el "apoyo" operativo de las fuerzas especiales de Estados Unidos; los bombardeos “selectivos” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos; y acechando al fondo, las fuerzas especiales turcas y su fuerza aérea.
Una formula más que problemática.
Al igual que Alepo, Mosul es - literalmente - una ciudad de leyenda . La sucesora de la antigua Nínive, fue fundada hace 8.000 años; antigua capital del imperio asirio bajo Senaquerib  en el siglo VII antes de Cristo; conquistada por Babilonia en el  siglo VI ac; mil años después, anexionada al imperio musulmán y gobernada por los omeyas y los abasíes; centro clave, a partir de los siglos XI y XII, del estado medieval atabeg; un importante enclave otomano en el siglo XVI de la Ruta de la Seda que unía el Océano Índico con el Golfo Pérsico, el valle del Tigris, Alepo y Trípoli en el Mediterráneo.
Después de la Primera Guerra Mundial, todo el mundo quería Mosul, de Turquía a Francia. Pero fueron los británicos los que lograron engañar a Francia para conseguir integrar a Mosul en la nueva colonia del imperio británico: Irak. Luego llegó la larga dominación del partido nacionalista árabe Baaz. Y después, la conmoción, el pavor y el infierno; la invasión y ocupación de Estados Unidos; el inestable gobierno de mayoría chiíta de Nouri al-Maliki en Bagdad; y la toma de ISIS / ISIL / Daesh en el verano de 2014.
Los paralelismos históricos de Mosul tienen un sabor especial. Que el estado medieval de los siglos XI y XII tuviera aproximadamente las mismas fronteras que el falso "Califato" de Daesh - que incorpora tanto a Alepo como a Mosul. En 2004, Mosul fue de hecho gobernado por el general David Petraeus, que arruinaría sus posibilidades presidenciales. Diez años más tarde, después del falso "protectorado" de Petraeus, Mosul ha sido gobernado por un falso Califato nacido en una prisión estadounidense cerca de la frontera con Kuwait.
Desde entonces, cientos de miles de residentes han huido de Mosul. La población se ha reducido a la mitad de sus 2.000.000 de habitantes. Pero sigue siendo un montón montón de gente la que tiene que ser "liberada".
Alepo "cae"
La narrativa hegemónica sobre la actual batalla de Alepo (este) es que un "eje del mal" (termino acuñado por Hillary Clinton) compuesto por Rusia, Irán y "el régimen sirio" está bombardeando incesantemente a civiles inocentes y "rebeldes moderados", provocando una terrible crisis humanitaria.
De hecho, la gran mayoría de esos miles de "rebeldes moderados" son, de hecho, militantes y / o afiliados de Jabhat Fatah al-Sham (Conquista del Frente Sirio), que resulta ser nada menos que Jabhat al-Nusra, también conocido como “al Qaeda en Siria”, junto a una serie de otros grupos yihadistas como Ahrar al Sham (los objetivos de al-Nusra - y de quienes lo apoyan - han sido suficientemente documentados aquí ).
Mientras tanto, algunos civiles permanecen atrapados en el este de Alepo - posiblemente unas 30.000 o 40.000 personas, de una población inicial de 300.000.
Y eso nos lleva al quid de la cuestión que explica el sabotaje del Pentágono del alto el fuego entre Rusia y los Estados Unidos; esos ataques de rabia de Samantha “Batshit Crazy” Power; la monserga permanente de que Rusia está cometiendo "crímenes de guerra".
Si Damasco controla, además de la capital, Alepo, Homs, Hama y Latakia, controla en la práctica Siria: el 70% de la población y todos los centros industriales / comerciales importantes. Prácticamente, ha ganado la partida. El resto son zonas rurales, casi vacías.
Para la escuela de política exterior de pollo sin cabeza practicada actualmente por la agónica administración Obama, el alto el fuego era un medio para ganar tiempo y rearmar lo que Washington describe como "rebeldes moderados". Sin embargo, incluso eso era demasiado para el Pentágono, que se enfrenta a una firme alianza entre Siria / Irán / Rusia que lucha contra todas las variedades de salafistas-yihadistas dementes, cualquiera que sea su terminología, y decidida a mantener una Siria unida.
Así que reconquistar todo Alepo sigue siendo la máxima prioridad de Damasco, Teherán y Moscú. El Ejército Árabe Sirio (AEA), nunca tendrá la suficiente capacidad militar para reconquistar las zonas rurales sunitas. Damasco puede que nunca reconquiste tampoco el noreste kurdo, la Rojava embrionaria; después de todo, las YPG está respaldadas directamente por el Pentágono. Si llega a ver la luz un Kurdistán sirio independiente es algo todavía por determinar.
El Ejército sirio, una vez más, está demasiado extendido en su despliegue. Por lo tanto, el método de reconquistar Alepo Este es de hecho a base de metralla. Hay una crisis humanitaria. Hay daños colaterales. Y esto es solo el comienzo. Porque tarde o temprano el Ejército sirio, con el apoyo de Hezbolláh y las milicias chiítas iraquíes, tendrá que reconquistar Alepo Este con tropas sobre el terreno, apoyadas por aviones de combate rusos.
El meollo del asunto es que el antiguo "Ejército Sirio Libre", absorbido por al-Qaeda en Siria y otros salafistas-yihadistas, está a punto de perder Alepo Este. El cambio de régimen y / o "Assad debe irse" – la vía militar a Damasco- es ahora imposible. Así, la desesperación exhibida por el Pentágono, el "Imperio del gimoteo" de Carter, las células neocon implantadas en todo el inútil equipo de Obama del equipo, y sus hordas de medios de comunicación bajo control.
Ahora el Plan B: la batalla de Mosul.
¿Otra Faluya?
El plan del Pentágono es engañosamente simple; borrar cualquier señal de Damasco y el Ejercito sirio al este de Palmyra. Y aquí es donde la batalla de Mosul converge con el reciente ataque del Pentágono en Deir Ezzor. Incluso si se produce una ofensiva en los próximos meses contra Raqqa - por las YPG kurdas o incluso por las fuerzas turcas - todavía queda un "principado salafista", del este de Siria al oeste de Irak, exactamente como la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA ) planificó (¿soñó?) en 2012.
El historiador sirio con sede en Londres Nizar Nayouf, así como fuentes diplomáticas no identificadas, han confirmado que Washington y Riad cerraron un acuerdo para permitir que miles de yihadistas del Califato escaparan de Mosul por el oeste, siempre y cuando se dirijan directamente a Siria. Una mirada al mapa de batalla nos dice que Mosul está cercada en todas las direcciones, excepto el oeste.
¿Y que pasa con Sultan Erdogan en todo esto? Está jugando a que las fuerzas especiales turcas entren en Mosul, como entraron en Jarablus, en la frontera entre Turquía y Siria: sin disparar un tiro, cuando la ciudad esté limpia de yihadistas.
Mientras tanto, Ankara está preparando su espectacular entrada en el campo de batalla, con Erdogan en uniforme de gala, disparando al azar. Para él, "Bagdad" no es más que "la administración de un ejército compuesto por chiítas"; y las YPG kurdas "serán expulsadas de la ciudad siria de Manbij" después de la operación de Mosul. Por no hablar de que Ankara y Washington están discutiendo activamente la ofensiva contra Raqqa, porque Erdogan no ha abandonado su sueño de una "zona segura" de 5.000 km en el norte de Siria.
En una palabra, para Erdogan, Mosul es algo secundario. Sus prioridades siguen siendo una Siria fracturada, fragmentada, "zona de seguridad" incluida; y aplastar a las YPG kurdas (mientras trabaja codo a codo con los peshmerga de Iraq).
Por lo que se refiere al Plan B de EE.UU., como el Sheikh Nasrallah de Hezbolláh ha visto claramente : "los estadounidenses tienen la intención de repetir su plan de Faluya, cuando abrieron un camino para que ISIL escapara hacia el este de Siria antes de que los aviones de guerra iraquíes pudieran atacar los convoyes de los terroristas". Añadió que "el ejército iraquí y las fuerzas populares" deben derrotar a ISIS / ISIL / Daesh en Mosul; de lo contrario, tendrán que perseguirlo por todo el este de Siria.
Tampoco es de extrañar que el canciller ruso Sergey Lavrov, también se haya percatado del gran plan: "Por lo que yo sé, la ciudad no está rodeada por completo. Espero que sea porque simplemente no han podido hacerlo, no porque no quieran. Pero ese corredor representa un riesgo de que los combatientes del Estado Islámico puedan huir de Mosul y refugiarse en Siria".
Es evidente que Moscú no va a quedarse de brazos cruzados en ese caso: "espero que la coalición liderada por Estados Unidos, que está involucrada activamente en la operación para tomar Mosul, lo tendrá en cuenta."
Por supuesto, Mosul - incluso más de Alepo - plantea una cuestión humanitaria grave.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) calcula que hasta 1 millón de personas pueden verse afectadas. Lavrov va directo al asunto cuando insiste que "ni Irak ni sus vecinos tienen actualmente la capacidad para recibir a un gran número de refugiados, y esto debería tenerse en cuenta en la planificación de la operación de Mosul."
Puede que no haya sido así. Después de todo, para la coalición de fuerzas "dirigidas por EE UU" (¿desde detrás?), la prioridad número uno es asegurar que el falso Califato sobrevive, en algún lugar en el este de Siria. Más de 15 años después del 9/11, la canción sigue siendo la misma, con la guerra en tierra como excusa perenne para conseguir lo que se quiere.
**************
Las contradicciones de EE UU antes de la batalla de Mosul comience
Zvi Bar'el***
La política la tierra quemada de ISIS en la ciudad palidece en comparación con la guerra civil que podría estallar cuando se haya ido de Mosul.
Alrededor de hace un mes las fuerzas movilizadas para liberar la ciudad iraquí de Mosul llegaron a un acuerdo sobre la partición del control de la ciudad una vez que las fuerzas del Estado Islámico sean expulsadas. Pero a medida que los combatientes se acercan a la periferia de la ciudad , parece que esos acuerdos son letra muerta flotando en el viento del desierto.
Aparentemente, cada parte de la coalición encabezada por Estados Unidos está manteniendo sus compromisos: los kurdos se han posicionado en el lado oriental del distrito de Mosul y no avanzan hacia el oeste en la ciudad; las fuerzas turcas están operando al norte de la ciudad; y el ejército iraquí continúa avanzando en el sur. Incluso las milicias chiítas dirigidas y financiadas por Irán están respetando los acuerdos y no han invadido la ciudad. Pero esta situación es engañosa.
La semana pasada, grandes fuerzas de la milicia chiíta avanzaron hacia la ciudad de Tal Afar, a 50 kilómetros al oeste de Mosul. Estos combatientes planean capturar la ciudad y expulsar a ISIS, pero sobre todo planean para tomar el control de sus alrededores y vías de acceso. Tal Afar está situada en una encrucijada vital, que une Mosul a Raqqa, capital de los yihadistas en Siria. La intención declarada de las milicias es evitar que los combatientes de ISIS huyan de Mosul a Raqqa, e intensifican el cerco a la ciudad iraquí. Este movimiento se ha coordinado con el gobierno iraquí, pero no concuerda con la estrategia estadounidense, que pretendía dejar a los jihadistas una ruta de escape para reducir la resistencia en Mosul.
El pronóstico más amenazante en relación con las milicias es que pueden dirigirse hacia el oeste, en territorio sirio, para ayudar a las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad. Por tanto, podrían inclinar significativamente el equilibrio de fuerzas a favor del régimen sirio, y afianzar la posición de Irán en Irak y más tarde en Siria.
A pesar de que los kurdos han dicho que no tienen intención de unirse a la lucha en Mosul, es dudoso que permitan a las fuerzas chiítas tomar el control exclusivo de una ciudad que tiene una población kurda. Por otra parte, Washington cree que hay que reclutar a todos los combatientes que se pueda para ayudar a los militares iraquíes a conquistar Mosul. Los kurdos han anunciado que han liberado más del 90 por ciento de los territorios en “disputa” (aquellos que los kurdos reclaman como suyos y que habían estado bajo el control de Isis) y no tienen intención de abandonarlos o entregarlos al gobierno iraquí.
Las fuerzas turcas están en el norte y prestan apoyo aéreo a los kurdos para que se atrincheren al este de Mosul. El presidente Recep Tayyip Erdogan, está en un estado de guerra no declarado con Bagdad, que se opone a la intervención militar de Ankara. Turquía ha ido tan lejos como declarar que Mosul había pertenecido en su momento a Turquía y que los Tratados de Sevres y Lausana le arrebataron la ciudad después de la Primera Guerra Mundial
Pero incluso la disputa histórica es irrelevante en este momento - desde la perspectiva de Turquía la defensa de la población turcomana, tanto en Mosul como en Tal Afar da motivos legítimos para hacerse con el control de partes del norte de Irak. También juegan un papel las declaraciones del primer ministro kurdo Nechervan Barzani de que después de que Isis sea obligado a abandonar Mosul, su gobierno negociará con Irak la formación de una entidad independiente kurda. Turquía tratará de impedir el establecimiento de un estado kurdo, a pesar de que en estos momentos esté cooperando con los kurdos.
Como resultado de todo ello, antes incluso de que comience la batalla de Mosul, donde un millón de personas están sitiadas, la administración estadounidense se encuentra ante un sin número de dilemas. Washington, quiera o no, tendrá que optar entre sus diversos compromisos y tomar decisiones para que la coalición no se desintegre antes de entrar en la ciudad.
A diferencia de la guerra en Siria, donde domina Rusia, la batalla por Mosul es una campaña americana en la que Rusia no juega casi ningún papel. El problema es que Washington se ha quedado atascado en Irak , tirando de unos  hilos sobre los que en su mayor parte no ejerce ningún control. Las milicias no ven a Washington como fuente de autoridad. Turquía está lejos de ser obediente y ya ha demostrado en Siria que no seguirá la política de Estados Unidos si sus propios intereses se ven amenazados. Los kurdos siguen dudando del compromiso de Estados Unidos con su independencia. Por otra parte, en este momento nadie sabe cuales de estos compromisos de Estados Unidos se mantendrán, porque no se sabe quién será el próximo presidente.
Se necesitaron dos años para lanzar la batalla por Mosul, y ahora que las fuerzas están desplegadas en el campo de batalla, estalla una batalla diplomática clave incluso antes de que comience la lucha real. La política de tierra quemada de Isis en la ciudad puede palidecer en comparación con la guerra civil que podría estallar cuando se haya ido.
*Patrick Cockburn es el autor es el autor de The Rise of Islamic State: ISIS and the New Sunni Revolution.
**Pepe Escobar es el autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge and Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Su libro más reciente es Empire of Chaos.
***Zvi Bar'el  Corresponsal de Haaretz.
Traducción: Enrique García (Sin Permiso)